Cuando un ser querido fallece se suma al duelo y la tristeza la compleja situación de no tener mayor información sobre que hacer, como hacerlo y en que orden de prioridad actuar.
Existen cuatro etapas muy importantes luego de que una persona fallece : las primaras 24 horas, la semana siguiente, el mes siguiente y el año siguiente.
En cada una de estas etapas, los herederos deben tomar importantes decisiones para la protección, tenencia, custodia y adecuada disposición final de los bienes de al persona fallecida.
Idealmente, los herederos deben lograr un acuerdo amistoso y llevar a cabo la sucesión por mutuo acuerdo, ya que la ley permite que este importante proceso se haga por vía notarial.
Una sucesión no escapa a la esfera de los impuestos, y es muy importante contar la asesoría adecuada para poder establecer la carga tributaria de un proceso de sucesión y llevar a cabo la partición de la herencia de la manera más eficiente posible.
Hemos acompañado a decenas de familias en procesos de sucesión de todo tipo y contamos con la experiencia, la habilidad y la capacidad para llevar a cabo procesos claros, transparentes y eficientes, que ante todo tengan un trato humano y cordial con la familia, ayuden a mitigar los efectos adversos de este tipo de situaciones y logren que la familia de un paso más en beneficio de la continuidad del legado de la persona fallecida.