Día 8 (24-03-20) Una semana en estas
Hace exactamente ocho días que estamos en estas. Dejé de escribir unos días. Pasamos un puente largo, más largo de lo que puede ser un puente festivo normal y han pasado varias cosas dignas de resaltar.
A continuación mis reflexiones.
De lo voluntario a lo obligatorio : Aquí quien ganó protagonismo fue Claudia López la alcaldesa quien se adelantó preparando a los bogotanos, o suavizando la cosa para lo que supuestamente empezamos a vivir a partir de hoy. Ella y el Gobernador sentaron las bases del famoso decreto de confinamiento con su «simulacro», bien por ellos. Entonces, pasamos de un simulacro en el que todo el mundo estuvo relativamente tranquilo y juicioso (salvo los muchachos de «la Modelo») y aprovechando que era puente festivo se quedaron en casa, a una medida más drástica y de excepción, claro está, como todo en este país, con unas excepciones a mi juicio muy amplias que en este país de «vivos» serán aprovechadas por el que esté mamado en la casa y quiera ir a verse con la novia… Basta con ver lo que pasó este mañana que las calles estaban repletas de gente en muchas ciudades de Colombia.
Las normas aplican para todos : Esto tristemente no aplica en nuestro medio y vemos como a toda regla le cabe su excepción, a cada restricción su «salvo conducto». Lo que va a terminar pasando ya que solo cumplimos las normas cuando tenemos un policía al lado (y eso..) es que las medidas se van a volver más estrictas, las excepciones más controladas y quienes de verdad necesiten hacer uso de ellas, pagarán lo platos rotos.
Abuso del derecho : Y eso es precisamente lo que empieza a generar lecciones aprendidas en tiempos de pandemia, y tristemente a la fuerza. El abuso del derecho, figura de la que en este país somos víctimas, pues a cualquier ley, decreto o reglamento podemos buscarle el «esguince», el lado gris, la parte que no aplica, etc. Acá la cosa es sencilla, o nos quedamos en la casa, o gente muere. Será muy difícil entender. Por cada segundo de permanencia en casa por parte de gente disciplinada que tenga algo de amor por el prójimo, podemos salvar vidas. Los muchos que si nos vamos a quedar y que vamos a hacer el esfuerzo ayudaremos a sopesar el número muy grande de gente que si necesita salir, que debe salir, que tiene una urgencia, o la mano de imbéciles que salen porque les parece chistoso.
Violencia intrafamiliar (VI) : Lo había anticipado la alcaldesa, en estos días de confinamiento los casos de VI pueden aumentar y de hecho durante el puente aumentaron. Es un acto de grandeza quedarse en casa, pero mas grande aún es adoptar conductas de paciencia, tolerancia y respeto, difíciles para muchos de aceptar y adoptar en el día a día, cuando hay tubos de escape, posibilidades de salir, de refugiarse. Acá no, estamos confinados y como tal, imposibilitados en muchos casos de estar a más de nos pocos metros de distancia. La creatividad se impone para poder encontrar espacios de calidad en medio de la estrechez de espacio, lograr ser pacientes, tolerantes y disciplinados. Otra enseñanza de esta experiencia que costará mucho aprender y poner en ejecución.
Ancho de banda : Se ponen a prueba los servicios públicos, la calidad de éstos, la periodicidad, y sobre todo el tema del internet, el ancho de banda, la calidad y la velocidad. A mi siempre me enseñaron que el ancho de banda era como un tubo de agua donde cabía tanta agua como disponibilidad tuviera el tubo y dependiendo de cuanta gente estuviera usando el agua de ese tubo. Pensemos en una casa de 6 personas, donde con todo esto del «colegio en casa», hay cuatro niños en el colegio, Multi taskers, de paso, pues mientras están en clases, ven Tik Toks y tienen un video chat con dos amigos, y dos papás trabajando, uno de ellos en video conferencia. Pregunta, esto aguanta? ETB anunció que aplicaría el «tubo», para sus usuarios. Gmail anunció ciertos «up grades» para sus servicios básicos, el uso de aplicaciones como Zoom se ha disparado. Cada dos minutos llegan al
Recursos : Ante el acaparamiento y posible desabastecimiento de alimentos, que al parecer es tan solo un temor, pues el gobierno está trabajando duro en el tema, surge una interesante reflexión. De verdad necesitamos tantas cosas ? Normal que durante el puente festivo hayamos querido comer bien, darnos un gusto, tomar algo de vino, etc, pero en el día a día, y ante situaciones de escasez, o las muy seguras dificultades económicas que vendrán con esta crisis, es necesario llenarnos de tantas cosas, de tanta comida, de tantos juguetes, de tantos lujos, de tantos empleados, colaboradores ayudas, suscripciones, etc. En mi cabeza se ha ido organizando un grupo de trabajo tendiente a la racionalización de recursos, una corriente de «less is more», una reflexión que ojalá conduzca a ser más y mejores con menos.
Concentración : Más sobre el uso de los recursos, y en este caso nuestros recursos físicos y mentales. En lo físico, en cuanto a escritorio, espacio y lugar de trabajo, salvo la soledad propia de no estar en la oficina con el grupo de trabajo, la gente entrante y saliendo, las reuniones, los clientes, el día a día, no he notado la falta de ningún tipo de recursos. Podría afirmar que una mesa, una silla, el celular y un iPad o Computador son hoy en día suficientes para poder trabajar, lo demás son «gallos», o accesorios, que hacen la vida más feliz, o supuestamente productiva, pero la verdad es que tener pocas cosas a la mano, menos factores de distracción ayudan mucho a estar más concentrados.
Foco : Y halando de concentración, algo complementario y muy importante, tener y mantener el foco. Buscar nuevamente hacia donde enlutarnos, que es lo verdaderamente importante, valioso, en que somos más efectivos y productivos. Donde estamos gastando energía que no tenemos o no necesitamos. Cuantas cosas podemos hacer, en que nos podemos comprometer, a quien decirle si, a quien decir no. Esta condición actual nos puede ayudar a buscar un nuevo foco, y ser mejores.
Ideas : Con el aburrimiento vienen ideas, muchas de ellas absurdas que apaciguan el aburrimiento. Mirar por la ventana, pintar círculos en una hoja de papel, jugar con el celular, son distracciones para alejar la mente de los pensamientos o de la inactividad. Lo cierto es que también con la aberración pueden llegar ideas nuevas, y porque no, grandes, o ingeniosas. Muchas de las grandes ideas que le han dado giros importantes a la historia de la humanidad provienen de momentos de soledad, aburrimiento y aislamiento. Pensemos sin frustrarnos, en que esto sea el caso y podamos concretar y materializar alguna gran idea.
Procrastinación : La palabra de moda.. el arte de posponer lo importante, urgente y menos atractivo por pequeñas actividades más gratificantes, o que nos alejen de la ansiedad y temor de ponernos manos a la obra. Lo que perfectamente podría estar haciendo yo en este momento frente a la pila de trabajo y pendientes que tengo, menos gratos que soltar la mano y escribir, una de mis grandes ambiciones pero a la vez mayores frustraciones. En medio de esta situación, atado con los temas de concentración y foco, surge una nueva reflexión sobre este flagelo del siglo 21 llamado Procrastinación. A veces, ante lo incierto, complejo y que nos genera ansiedad, miedo o inseguridad, tenemos tendencia a aplazar el inicio de dicha activad (sin a veces ni siquiera haber dimensionado muy bien que tan compleja y dispendiosa pueda ser la actividad)
Reinventarse : Sin ser fatalistas ni trascendentales podemos afirmar que el mundo será diferente después de esta crisis. Por un lado estamos tomando conciencia de lo frágiles que somos como humanidad, y segundo, la caída de los mercados, la imposibilidad de trabajar y el enorme gasto público que implicará conjurar la crisis harán que entremos en recesión. Gastará usted lo mismo que antes, ahorrará más ? En que invertirá sus recursos, como los invertirá? Cuáles serán sus prioridades. Esto nos lleva a plantearnos necesariamente cuales serán nuestras prioridades, como vamos a operar tanto familiar como profesionalmente, entre muchas otras preguntas. Valdrá la pena viajar tanto ? Esa reunión quinceanal en Sao Paulo, además de hacerle gastar a mi cliente una fortuna en tiquetes y hotel, tenía sentido? O era mi tubo de escape para «descansar de mi familia»… No será mejor aprovechar a la familia y replantear mis prioridades ? (lector suspicaz, si hay alguien leyéndome.. ese no soy yo, no conozco SP).